Las transformaciones más impactantes de las estrellas de cine



Christian Bale es uno de los actores que ha pasado por más cambios radicales, especialmente en lo que se refiere a su peso. Si para meterse en la piel de Trevor Reznik en 'El maquinista' tuvo que quedarse en unos escasísimos 55 kilos, para luego volver a ganar más de 30 de músculo para hacer de 'Batman', tuvo que coger peso de más para 'La gran estafa americana': hasta 31 kilos. Además, la barba y el pelo de aspecto sucio y la ropa descuidada le dieron su segunda nominación al Oscar.



En 2012, Anne Hathaway encarnó a Fantine en 'Los Miserables', un papel para el que tuvo que adelgazar y que raparse el pelo (a la derecha, la actriz un año antes de la película, en 2011). Su papel, corto pero muy intenso, le hizo ganar el Oscar a la Mejor actriz secundaria, aunque ella misma ha reconocido que no estaba feliz, que se sintió "muy incómoda": "Más o menos perdí la cabeza haciendo esa película, y no la había recuperado todavía. Me tuve que poner frente a mucha gente y sentir algo que no sentía, felicidad sin complicaciones. Es algo obvio, ganas un Oscar y se supone que tienes que estar feliz, yo no me sentía de esa manera".



Nicole Kidman se mete en la piel de la detective(con pistola incluida) Erin Bell en 'Destroyer', (a la izquierda) dirigida por Karyn Kusman y que estrena estos días en Londres (en un pase de la cinta, a la derecha). Para quienes han podido verla ya, hace uno de los papeles más interesantes de su carrera, y de los más distintos. El pelo, la ropa y una piel más oscura y cuarteada de lo habitual en la pálida estrella australiana son sus cartas de presentación. En España se espera que llegue a finales de 2018 o principios de 2019.



Para su papel en 'El francotirador', dirigida por Clint Eastwood (a la izquierda, en una imagen del rodaje), Bradley Cooper tuvo que ganar 20 kilos, pero de músculo. Como él mismo ha contado, comía "cada 55 minutos, unas 8.000 calorías al día". Usó un entrenador personal durante cuatro horas al día y decidió no usar "hormonas, ni esteroides, ni nada", según explicó en una entrevista el guionista de la cinta.



Las dos fotos son de Colin Farrell en 2015, año en el que estrenó 'Langosta' (derecha), dirigida por Yorgos Lanthimos. Como él mismo explicó en una entrevista, tuvo que comer "como una bestia". "Fue divertido durante dos días. Después tuve que comer hamburguesas con queso para desayunar. Comía como una bestia. Tenía chocolate y galletas al lado de la cama. Me despertaba a las tres de la mañana y con los ojos cerrados me ponía a comer. Al principio tenía que engullir a la fuerza, pero al final para seguir aumentando de peso tenía que comer cada pocas horas", contó en el medio 'Shortlist'.



2012 fue el gran año de Rooney Mara, ya que se metió en la piel de Lisbeth Salander, la heroína de la saga literaria 'Millennium'. Ella misma decidió perder peso, aunque el director, David Fincher, no se lo exigió; además, primaron las transformaciones físicas: la actriz se hizo el corte de pelo extremo de Salander y diversos 'piercings': cuatro en cada oreja y también en la ceja y los pezones. También aprendió a montar en moto, algo que le daba bastante miedo.