Vuelve “Luis Miguel la serie” Temporada 2

 




En un mes comienza la segunda temporada, y se reabre una oscura e interminable trama no resuelta


Por Fernando Quiroga
Especial para La Brújula 24

La verdad es que, más allá de la suntuosidad del éxito global de una secuela más que esperada, no podemos evitar la pregunta que gravita tanto sobre la ficción como sobre la realidad: ¿Qué pasó con Marcela Basteri?

La madre de Luis Miguel y su desaparición (forzosa según algunos), guarda una componenda secreta que incluiría la actuación de la mafia internacional, servicios de inteligencia de varios países (incluido el Mossad, que habría aportado, según una versión, más que datos concluyentes) y una serie interminable de especulaciones tanto de organismos oficiales como del público en general. Lo cierto es que del rastro de la ex modelo, solo se tiene especulaciones hasta el día de hoy. Naturalmente, será uno de los hilos argumentales más fuertes en esta segunda temporada que comienza el domingo18 de abril.

Bajo la consigna "Traiciones, secretos y por supuesto, muchísima música", el gigante de streaming da nuevo oxígeno a otro de sus éxitos irrevocables. La secuela de la serie protagonizada por Diego Boneta, en el rol de Luis Miguel, será "Contada en dos líneas de tiempo y con una trama que explorará las dificultades que enfrentó Luis Miguel para balancear su vida familiar y profesional – completa el informe la plataforma -, esta segunda temporada constará de 8 episodios que estarán disponibles todos los domingos a las 7pm (A las 20:00 en Argentina)”



El gran ausente será Oscar Jaenada (quien había encarnado a Luisito Rey), pero no por eso no nos estremeceremos ante situaciones límites y emociones sueltas y sin control.

La vida de El Sol de México es quizás, tan vertiginosa y compleja como narra la serie, y eso, se siente en cada capítulo, el que descubriremos una vez por semana, no en continuo como el resto de los productos de Netflix. Al igual que La Casa de Papel, el éxito a cuenta gotas es un bien preciado que estalla en mayores expectativas, y, los directivos de la N mayúscula, lo saben y mucho.

Prepárense, falta poco.