Jamie Dornan, el actor que quedó atado a su papel en "Cincuenta sombras de Grey"







El protagonista de la saga erótica volvió a tener actividad en las redes sociales después de mucho tiempo.



Que Jamie Dornan no es una estrella de cine resulta algo cada vez más claro con el paso de los años. Y, por si a alguien se le escapa, ahí está el propio actor irlandés para recordarlo. Una vez dijo que quería alejarse de las redes. Hace un par de días, el protagonista de Cincuenta sombras de Grey regresó a Instagram. Habían pasado cuatro años. Lo hizo pintado de azul: totalmente cubierto por pintura de este color, y en lo que parece un estudio de maquillaje (con sillones enfrente de espejos), escribió en el pie de foto: “El aislamiento me obligó a hacerlo”. Parece más bien una broma, ya que hay alguien a su lado y tiene pinta de ser parte de un rodaje.

No es el único mensaje publicado por el actor, de 37 años. “Cuando todo termine, apreciaré más esto”, arranca el siguiente, enumerando con humor aquello que más valor tiene para él: “La gente que trabaja en el sector sanitario. De hecho, a la gente. Abrazar a mis amigos. Jugar al golf. El sol. Ver jugar al golf. El viento. Ver el rugby. La lluvia. Ver el fútbol. La nieve. Una buena carta de vinos. El mar. Viajar. Una cerveza Guinness tirada. Los restaurantes. Los pubs. Las tiendas. El cine. La música en directo. La vida”.

Dornan revela así sus placeres, a menudo ocultos. Es un hombre discreto. Se sabe que está casado con la pianista Amelia Warner y que tienen tres hijas, de seis, cuatro y un año. Que decidió marcharse de Hollywood para vivir en los tranquilos Cotswolds británicos y llevar una vida normal. “Mi familia y mis amigos son mucho más importantes que mi trabajo. Todavía tengo el mismo grupo de amigos con los que crecí. A ellos no les interesa lo que hago, no creo que les impresione en absoluto”, confesaba hace unos meses al diario británico The Times.

Ese deseo de pasar desapercibido quizá se cumplió, o quizá fue más allá. Hace cinco años, Dornan parecía destinado a convertirse en uno de los grandes nombres del cine, a un rostro presente en campañas de publicidad y entregas de premios. Pero no fue así. Se convirtió, por sorpresa y casi casualidad, tras la salida de Charlie Hunnam del proyecto, en el protagonista de la muy esperada trilogía cinematográfica Cincuenta sombras de Grey, la saga que llevó a la pequeña pantalla el fenómeno literario de E. J. James. Un éxito planetario con millones de espectadores. Una taquilla triunfal. Junto a Dakota Johnson, su Anastasia Steele, triunfaban en alfombras rojas y estrenos.

Pero después, la presencia de Dornan empezó a limitarse. Sus papeles no fueron todo lo fulgurantes que parecían. Él, por supuesto, nunca se quejó de la exposición que le dio la trilogía. “Sin Cincuenta sombras no hubiera hecho Anthropoid, ni A private war. Estoy agradecido por eso aunque me pusieran a parir”, revelaba en esa misma entrevista. También participó en una nueva versión de Robin Hood y le puso la voz a un personaje de la película de animación Trolls. Además, aparece en algunas campañas publicitarias. De hecho, así es como empezó su carrera. Él creía que lo que le iba a marcar era su trabajo como modelo. “Creo que si te sacan fotografías como parte de tu trabajo hay una especie de etiqueta que dice que no puedes ser actor”, afirmaba. Hasta que llegó su oportunidad con la miniserie The fall, en 2013, junto a Gillian Anderson. “Eso fue un antes y un después en mi carrera. Dio la vuelta todo”, contó.

Sin embargo, ninguna película lo convirtió en el famoso de calibre que esperaba ser. Está preparado para eso, en cualquier caso. La fama es una minucia al lado de lo que vivió. Lleva haciendo terapia desde los 17 años. Su madre murió de cáncer de páncreas cuando él tenía 16 años y cuatro amigos fueron protagonistas un fatal accidente de coche al año siguiente. Cuando empezó su andadura profesional, lo rechazaron en prácticamente todo durante una década. “Por lo general teníamos entre cuatro y cinco entrevistas al día, y fracasábamos entre cuatro y cinco veces al día”, recuerda.

“Sé que esto va a sonar muy mal, pero es casi como si fuéramos hermanos”, le contó Dornan al presentador Jimmy Kimmel en una entrevista sobre su compañera de reparto, Dakota Johnson, tras los rumores sobre que en el rodaje se habían llevado apenas regular. También sus trayectorias fueron hermanadas. Tras el fin de la saga, la hija de Melanie Griffith y Don Johnson se posicionó como musa indie con Suspiria, de Luca Guadagnino. Su trayectoria parece querer continuar por esos derroteros, alejada del cine popular que la confirmó como algo más que una hija de actores dispuesta a subirse al tren de la fama gracias a una decisión arriesgada como la de protagonizar Cincuenta sombras de Grey. Ahora, ya pasado aquel éxito, parece que su camino será más discreto, aunque sea en la pantalla. En la vida, es difícil que la hija y nieta de una estirpe de estrellas pueda apagarse.